Conoce el placer tántrico

Disfrutar de una noche de sexo apasionado es algo con lo que toda mujer sueña; una noche de ardor e intimidad en la que dos personas juntas son capaces de gozar como no lo han hecho nunca y alcanzar lugares que creían que no existían.

Desde gigolosenmadrid queremos ofrecerte esta posibilidad con uno de los increíbles hombres que están a tu disposición para que disfrutes de una experiencia totalmente nueva, un placer más allá del sexo normal que va a disparar todos tus sentidos y conseguir que tu opinión acerca del sexo nunca vuelva a ser la misma.

Atrévete a disfrutar del placer más absoluto y absorbente, un placer que no conoce límites y que conseguirá que a partir de ahora tú tampoco los conozcas: el placer tántrico.

Qué es el sexo tántrico

Para los practicantes del sexo tántrico el placer que se puede obtener a través de este es muy diferente que el que se consigue a través del sexo normal, esto se debe a una serie de factores que te vamos a contar y que te van a sorprender.

Todo practicante del sexo tántrico considera la cama y el momento de practicar sexo como algo sagrado, un lugar en el que alejarse totalmente de todo aquello que te rodea para dar rienda suelta a tus instintos y a tus necesidades, una de estas necesidades es por supuesto el placer, ya que consideran al ser humano y sobre todo a la mujer como un recipiente de placer, tanto a la hora de darlo como a la de recibirlo. Esta pasión y respeto por el momento sexual hace que sus vidas giren en torno a este precioso momento, el momento en el que nos encontramos debajo de las sábanas junto a nuestro amante, y por ello lo atesoran con tanto ahínco.

Nuestra sociedad concibe el sexo como una forma de alcanzar un tipo de placer muy concreto, un placer que tiene como resultado último y como fin la eyaculación y el placer que esta otorga a aquel que la alcanza. Pero para un amante del placer tántrico esta eyaculación no es otra cosa que una pérdida de energía, un desgaste que evita que alcancemos el placer real que se esconde dentro de cada uno de nosotros. Seguro que no habías tenido en cuenta esto antes.

Para disfrutar de este placer tántrico siempre se recomienda el uso de velas aromáticas y entornos agradables que ayuden de alguna manera a sintonizar con el estado de relajación y concentración que se desea alcanzar, es decir, en el sexo tántrico todo se hace con mucha tranquilidad y mucha pausa, imprimiéndole una atención especial a cada movimiento y a cada relación. Como ves es muy importante realizar todos los pasos de manera correcta en esta especie de “ritual” sexual. Si lo que quieres es disfrutar como nunca del sexo tántrico no olvides tomártelo con calma.

También es recomendable que cuando vayas a practicar esta modalidad sexual tengas mucho tiempo por delante, ya que requiere paciencia y dedicación; las prisas no hacen buenas migas con el placer tántrico.

Toda sesión de sexo tántrico comienza como una cita de lujo, en una habitación con las luces atenuadas y junto al hombre que tu hayas elegido que puede ser en este caso un gigoló profesional experto en este tipo de artes amatorias.

El poder del placer tántrico

Preparar el terreno para el sexo tántrico es algo muy importante y que no debemos dejar de lado. Lo más recomendable es comenzar con suaves caricias y movimientos delicados alrededor del cuerpo, como si de un masaje erótico se tratara pero con incluso aún más delicadeza de la que pondríamos para este. Así vamos a conseguir despertar todos nuestros sentidos y doblegarlos a la situación que estamos a punto de vivir, controlar la respiración y nuestro estado anímico es el siguiente paso para que poco a poco podamos ir entrando en un estado de relajación y concentración absoluta en el placer que vamos a experimentar.

Es muy importante poder sincronizarse con la persona que tenemos enfrente, respirar y sentir al mismo tiempo, intentar acompasar los latidos de ambos corazones para que todo esté en perfecto orden. Una vez esté completada esta fase (no es nada fácil y requiere bastante práctica, pero no te preocupes, nuestros gigolós profesionales van a guiarte de manera que no te pierdas) podréis pasar a besaros. Besos apasionados que comienzan en la boca y que continúan a través del resto del cuerpo.

Ambos debéis recorreros el uno al otro con la boca, con la lengua y labios, saboreando esta sensación que no queréis que se os escape.

Cuando por fin llegue el momento de la penetración, esta no debe ser un fin, sino un medio. Debe ser estática, de manera que el pene se mantenga inmóvil dentro de la vagina y ambos os mováis de una manera más o menos autónoma durante un tiempo de entre 20 y 30 minutos.

Es importante que la mujer se coloque encima del hombre y que este controle la eyaculación de manera que esta no se suceda, para que el placer pueda extenderse en el tiempo lo máximo posible y ambos os encontréis en una posición de goce constante.

Como hemos dicho anteriormente esta es una práctica que requiere bastante tiempo de controlar, así que deberás armarte de paciencia y concentración para lograrla con cualquiera de tus amantes. Eso por supuesto si tu amante no es un gigoló profesional que seguro conoce este arte tan bien como te acabamos de relatar y que te va a poder guiar a través de todos los pasos para que no te pierdas ninguno.

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