Disfruta de una cita de ensueño
Celebrar la cita perfecta es algo con lo que todos soñamos, seamos hombres o mujeres, conocer al hombre ideal y enfrascarnos en una profunda conversación en la que descubrir que...
El negocio de la prostitución, como toda empresa que se precie, ha ido evolucionando y poco a poco se adapta a la actual situación social, a las necesidades contemporáneas. Algo que tradicionalmente estaba tan solo destinado a ser disfrutado por hombres, con el paso del tiempo, la presión social y teniendo en cuenta la liberación de la mujer, se ha convertido en una oferta plural y diseñada para ser disfrutada por ambos sexos.
Una liberación que hoy en día es muy necesaria y por lo que surge esta fascinante opción tan sólo para mujeres, porque ya era hora de que ellas tuvieran sus espacios en los que disfrutar de las experiencias apasionadas que los hombres suelen relacionar con las escorts más profesionales. Surgen así los prostíbulos para mujeres, en los que se pueden encontrar a los hombres más atractivos y sensuales preparados para dar placer a las mujeres más atrevidas y decididas, aquellas que quieran darle un vuelco a su sexualidad.
Hasta no hace mucho tiempo, se consideraban los servicios sexuales como un campo exclusivo para los hombres, ya sea porque históricamente ha sido así o porque ningún empresario o empresaria decididos hubieran dado el importante paso de crear las mismas opciones destinadas a las mujeres. De esta manera, la sociedad ha negado durante toda su historia el conceder a las féminas el derecho a disfrutar de su vida sexual con total libertad como han hecho los hombres desde siempre.
Pero cada vez hay más hombres que se dedican por suerte a esta profesión, dando con ello muchas alegrías a las mujeres que desean profundizar en su sexualidad sin sentir la presión social a la que antaño eran sometidas, dando así la posibilidad a dichas mujeres de celebrar sin tapujos de su pasión, haciéndolo por supuesto con toda la privacidad y discreción necesarias.
Los prostíbulos para mujeres son, en esencia, lo mismo que los prostíbulos tradicionales, con la pequeña diferencia que están plenamente dedicados a la satisfacción y el placer femeninos. Se trata de negocios que tienen una sede fija, un lugar de trabajo por así decirlo, que puede ser un piso, una casa o un local, cualquiera de ellos perfectamente acondicionado para prestar este tipo de servicios sexuales para mujeres.
Aunque lo más común es que en este tipo de lugares encontramos sólo trabajadores masculinos, gigolós de lujo expertos en la sexualidad femenina, también es posible descubrir una gran cantidad de escorts y señoritas de compañía lesbianas o bisexuales que ofrecen otro tipo de diversiones, todo para poder acceder a una demanda más amplia que en muchas ocasiones exige tanto cuidados masculinos como femeninos.
Lugares que trabajan con gran profesionalidad, sabedores de que aquello que ofrecen debe ser tratado con el máximo respeto por el hecho de ser fuente de los placeres más intensos y a la vez delicados, porque la complejidad de la mujer en lo relativo al sexo suele ser mucho mayor que la del hombre, además de requerir otro tipo de atenciones.
En los prostíbulos más elitistas para mujeres, es posible concertar una cita por precios de hasta 1.200 €; sólo hace falta mirar el precio una vez para saber que se trata de un servicio en el que hasta el último detalle está cuidado con mimo y dedicación, siempre buscando ofrecer las experiencias más gratificantes.
Y es que los hombres que se dedican a la prostitución en prostíbulos para mujeres deben cumplir un perfil que es muy exigente, ya que la demanda por parte de las mujeres es muy exigente.
El perfil de mujer que acude a este tipo de negocios es el de mujer de negocios, madura, autosuficiente y soltera que busca un espacio nuevo, un lugar de confianza en el que poder ser ella misma, ya que las presiones diarias y el estrés laboral no lo suelen permitir. Disfrutar de una cena íntima y una buena conversación con un atractivo y apuesto hombre de clase media y con estudios, capaz de ofrecer una velada entretenida es una de las metas a conseguir, algo bastante alejado de lo que los hombres suelen buscar cuando se acercan a servicios de lujo de este tipo.
El sexo no siempre es lo importante, persiguiendo muchas veces el placer de la compañía y la comodidad de sentirse junto a una persona afín, para lo que resulta imprescindible recurrir a caballeros con experiencia y hombres capaces de dar la talla ante cualquier situación, no sólo en el plano sexual, en el que por supuesto los hombres prostitutos se manejan como pez en el agua.
La elegancia, el estilo y la caballerosidad son buscadas con tanto ahínco como la belleza, y no es lo habitual encontrarnos en prostíbulos para mujeres a los típicos muchachos de gimnasio que cuentan tan sólo con un buen cuerpo como aval, pero ahí se queda la cosa, hay algo más detrás de estos servicios tan exclusivos.
Unos servicios que para muchas mujeres suponen el romper con unas barreras que llevan establecidas durante mucho tiempo, encarándolo de manera muy distinta a los hombres. Para un hombre una experiencia sexual de este tipo conlleva una menor importancia, una aventura en busca de la variedad y el cumplimiento de fantasías incompletas, pero para la mujer es radicalmente distinto, ya que supone la posibilidad de disfrutar de una intimidad y una búsqueda totalmente distinta.
Porque las mujeres que acuden a prostíbulos femeninos suelen buscar privacidad y por supuesto cariño y romanticismo, la inestimable sensación de estar con el hombre adecuado en el momento más exacto.
Foto vía: retrodrive
Gif vía: 0tario
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